Este es un país justo ¿pero cuánta justicia puede usted pagar?

“La justicia es para todos los ciudadanos igual” es una idea muchas veces repetida, habitualmente por quienes se encuentran en un escalón más alto de la misma justicia. Tanta repetición no consigue hacerla cierta pero quizá sin consigue hacernos olvidar que es falsa.

La ley es ambigua y como tal es utilizada de una manera u otra según corresponda en cada situación y en función del mérito de quien la explote. Es injusto, la ley ha de ser para todos igual, aunque parece inevitable pues cada caso es particular y de ahí las interpretaciones legales. El problema es que interpretar en ciertos casos tampoco es justo y con dinero las interpretaciones suelen ser habituales.

La inaccesabilidad a la justicia es otro de los grandes problemas que padecemos los ciudadanos. Los textos legales están redactados de tal manera que son incompresibles para un ciudadano medio que en caso de querer llevar a cabo una reclamación, etc. necesitará realizar unos trámites tediosos o un abogado y por tanto pagarlo. Esta situación ya crea una diferencia entre quienes se lo pueden permitir y quienes no.

Los interminables procesos judiciales son otra traba más para el acceso del ciudadano de a pie a la justicia. Cuanto más largo, más costoso y cuanto más costoso más excluyente. De esta manera, empresas, etc. con gran potencial económico están por encima de la ley de aquellos que no se pueden enfrentar con ellos por el alto coste de la justicia, en tiempo y en dinero.

El título del artículo lo escuché hace años y se me quedó irremediablemente grabado por ser tajante e irrebatible (las formas y argumentos de este artículo se podrán rebatir o reprobar pero es imposible negar la idea):

“Este es un país justo (es cierto) ¿pero cuánta justicia puede usted pagar? (es innegable)”

No a la financiación de los sindicatos con dinero público

La financiación pública de los sindicatos mayoritarios ha conseguido dejar en segundo plano la función primordial de éstos, la defensa del trabajador. Los partidos políticos los utilizan en función de sus intereses, eso si, con el dinero de todos los contribuyente. Los grandes sindicatos ya no defienden al trabajador, defienden su cuenta corriente y sus dirigentes, sus cómodos despachos.

¿Por qué los bancos tienen bajo su poder al sistema?

Hacer fortuna prestando un dinero que no es suyo es algo que pocos lo pueden hacer. Crear dinero, solamente pueden ellos, ni si quiera los gobiernos. Y sobre todo, si el negocio no funciona bien, tienen la seguridad que les dará respaldo del Estado a la hora de encontrarse en aprietos y menos mal que lo hacen porque si ellos quiebran los ahorradores lo harán con ellos. ¿Por qué?