Esto es lo que hay

Los datos económicos de España son desoladores (sin eufemismos dice la RAE: “Que causa extrema aflicción”) nuestros políticos lamentables e incompetentes, los sindicatos avariciosos, el sistema bancario insaciable y usurero, las instituciones económicas sordas y manipulables, y los ciudadanos irresponsables y ciegos. La situación económica del país hoy por hoy es calamitosa y mirar hacia otro lado es de una irresponsabilidad que parece innata a los españoles. Si se comparan los datos macroeconómicos de España con el resto de países desarrollados del mundo (en ciertos casos también con países en vías de desarrollo) son los peores con diferencia, es más, son vergonzosos.

La situación actual de España ha pasado de la septicemia a la gangrena y ésta ha de cercenarse cuanto antes aunque el proceso sea lento y doloroso. Se necesitan políticas de actuación contundentes y se necesitan ya. El desempleo, los bajísimos ratios de educación, el endeudamiento de las familias y PYMES, el creciente déficit público, el bajo desarrollo social (que no nos engañen más con este dato, en España es muy bajo), etcétera (etcétera, etcétera…) Estos datos son terribles se miren por donde se miren, los defienda quien los defienda.

Familias que no tienen ningún recurso económico, embargos de todo tipo, intereses que deberán pagar nuestros nietos, dilapidación del dinero de los contribuyentes, engaños y mentiras sistemáticas por parte de nuestros “representantes” y un sin fin de hechos desdeñables y que parece que pasamos por alto. Las responsabilidades sólo quedan del lado de los ciudadanos.

La inmensa mayoría de los datos económicos del país superan con creces los límites viables de salubridad de una economía. Es necesario, inmediatamente, un Pacto de Estado que ataje sin más tardanza esta situación y que anteponga la economía a la política, el bienestar de la población al triunfo de uno u otro partido en las próximas elecciones.

No se puede mirar hacia otro lado. El país se endeuda a pasos agigantados e insostenibles (los ciudadanos y empresas ya los están). Sin ahorro no hay inversión y con el creciente déficit público las familias y PYMES son expulsadas del mercado de créditos y se impide su financiación (los bancos prefieren comprar Bonos del Tesoro que prestar dinero a los pequeños agentes económicos). Menos ahorro, menos inversión, más intereses menos recursos; “el pez que se muerde la cola.”

Esta crisis es la primera de España en la que no tiene una moneda propia. No puede disponer de políticas monetarias para hacer frente a la complicada situación actual. La única manera es el uso de las políticas fiscales (aportaciones a la Seguridad Social o promover el consumo) pero se lleva a cabo todo lo contrario (este año la recaudación en el impuesto del IVA se ha visto reducida en un 25% debido a la reducción del consumo).

Lo peor de todo es que no hay atisbos de mejora de la economía española ¡no los hay!. Por otro lado es cierto que la mejora de los países de nuestro entorno favorecerá la salida del profundo agujero en el que estamos ¿Pero en cuento tiempo tendremos que pagar los intereses de la deuda en la que nos estamos enfrascando por la nefasta gestión de la situación actual? ¿O qué pasará cuando suba el Banco Central Europeo los intereses a los que concede sus préstamos (esto será el remate a una economía en coma)?

España, o mejor el dicho, el pueblo español siempre que se ha encontrado ante un desafío, ha salido adelante pero no es menos cierto que sólo actuamos cuando le vemos las orejas al lobo, mal y tarde. Antes de que suceda lo que a todas luces es irremediable sino se ataja ahora mismo la situación, será mejor actuar aunque sea doloroso ¿Cómo? Con un recorte del gasto público (incluidas las Comunidades Autónomas) contundente. Algo duro de admitir es la flexibilidad laboral (evidentemente no estaría a favor sino quedase más remedio como sucedió en Alemania durante la crisis de los 70 donde se bajaron los sueldos para evitar los desempleos masivos, y se consiguió, en España no). Si no se hace hoy, cuando ya es tarde pero no demasiado, las consecuencias serán la pobreza y tenerlo que hacerlo aunque no conlleve la solución del problema, es decir, será mejor actuar ahora que vender los muebles para mantener la casa, mañana ni eso.

Ante todo es necesario, unos políticos comprometidos con los ciudadanos y con los que vendrán (educación). Ningún partido mayoritario hoy lo está. Sólo se mueven por su interés y para acomodarse en el sillón cuanto más tiempo mejor aunque no caigan en la cuenta que a este acelerado paso tendrán que sentarse en el suelo. Y nosotros los ciudadanos debemos abrir los ojos y al menos enfadarnos ¡poner el grito en el cielo! parece que estamos acostumbrados a que nos engañen, nos roben, nos manipulen, nos timen ¡es lamentable!. Hoy por hoy la situación de España, y con ella la de los españoles, pende de un hilo y no se puede defender con razones.

Es de fuerza mayor la movilización de todos los estamentos socio-políticos para atajar desde ahora mismo la situación sino todo irá a peor para todos independientemente de ideologías políticas.

Enlaces (para confirmar la nefasta situación):

http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/eurostat/home/

http://www.oecd.org/home/0,2987,en_2649_201185_1_1_1_1_1,00.html

http://www.ine.es/

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  1. #1 por cosechadel66 el octubre 27, 2009 - 9:53 pm

    Que negro…

    Carpe Diem

  2. #2 por ALT164 el octubre 28, 2009 - 9:28 am

    Los bancos, las mayores inmobiliarias del pais tras embargar muchísimos pisos de particulares pero sobre todo de promotores, no bajan los precios de las viviendas para no dañar sus balances. Cuando se muestran orgullosos de la fortaleza de la banca española que lo sepa todo el mundo: son fuertes porque están subidos la chepa de todos los españoles que los sostienen con sus impuestos.

    Reconozcan que los pisos no valen ni la mitad de lo que se creen y den créditos a los empresarios de verdad o no saldremos nunca de esta crisis.

  3. #3 por porantonomasia el octubre 28, 2009 - 12:22 pm

    ALT164: diste en el clavo. Se supone que tenemos un Gobierno para controlar todo eso pero claro, como es el Gobierno el que está bajo control pues pasa lo que pasa.

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